miércoles, 9 de mayo de 2007

Conciencia y Sinciencia (Carta cerrada)


Esto va a llevar tiempo. Como los mails, empecé, borré, volví a empezar, volví a borrar y ahora vuelvo a empezar. Todo me cuesta mas trabajo porque la mente me lleva a lugares que me gustaría no me lleve. Siempre es la ultima vez que se hace todo. Hoy me siento como aquel día que escribí por primera vez, ese día cambié algo adentro mío, y no me llevo a ningún lugar que no conociera, sólo aprendí a disfrutar con sufrimiento el estar solo. Nunca estoy solo, aun cuando no hay presencias físicas a mi alrededor. Algo susurra al oído de la conciencia.
Me sorprendo de mi mismo: alguien me quiere ayudar y le pido que se mire su ombligo, le pido que se vaya. Al que menos me demuestra mas le doy. Que injusto. Estoy siendo como no me imagine nunca. Me harta lo sagrado de todo, de cada movimiento y cada golpe de tambor, me harta ser yo mismo. Nadie me conoce. No quiero leer los mails que me gusta escribir. Me inquieta la pregunta mas usual. No estoy a la altura de la circunstancia. Me equivoque, yo no quería ser así, todo tuvo su interés detras.
Ayer me escapé del tiempo y del espacio: de los sentidos. Fue Amor. Subliminalmente hablaría de ese Amor, pero yo hago el que no me importa, porque creo que así sufro menos. Y todavía me pregunto cosas sobre vos. Y por respeto a otros dolores...
Hoy quiero morir cuando me veo al espejo.
Hoy la excusa es la misma.
La misma de los últimos 10 años. ¿Alguien comprende? Nadie podría. Menos esta hoja virtual en blanco con un palito que titila incansablemente. Lo que no tiene vida no se cansa, pero yo si.
¿Por que quiero poseerlo todo? ¿Por que no puedo mirar con los ojos del desapego?
¿Por que no puedo querer mirar con los ojos del desapego? Prefiero sufrir a renunciar al dolor. Es así y es hora de mirarlo a la cara.
No quiero dejar todo. Quiero dejarme a mi.
No quiero que nada me toque. Que nada me importe mucho. Voy de la extrema sensibilidad expuesta a la extrema insensibilidad impuesta. Porque me rompí el corazón de dolor, y todavía resiste.
¿Cómo puedo? Triste saber que somos dos buscando/sintiendo lo mismo por separado.
Triste sabor angustioso.
Me comunico mejor con la hoja en blanco virtual que con un ser humano. Nadie quiere a las cosas como yo las quiero. Nadie me dio el primer premio por eso. Ahora ya no se si lo quiero. Lo voy a pensar. Ja! Jajajjffhejjcoffcoffejejffcoffjeemmm

Un día desperté y quise escribir un cuento. Entonces pensé: ¿cómo puedo empezar?. Entonces pensé: ¿cómo me gustaría empezarlo?, y eso me llevo a pensar: ¿de que se trata lo que queres contar?
Silencio. Entonces me pregunté: ¿de que te gustaría que se trate?
Silencio prolongado.
Mi cuento- dije en voz alta, sin nadie que pudiera escucharme- se va a tratar de mí, porque si voy a escribir sobre algo, voy a escribir sobre algo que conozco...
Y ahí me detuve...pensé: ¿me conozco? ¿quien soy, que soy?. Desesperado, corrí a la habitación, y abrí mi bolso esperando encontrar la respuesta en el Documento Nacional de Identidad...lo agarré...inhale profundamente y lo abrí. Para mi basta sorpresa, el DNI estaba con sus hojas en blanco. Todas, toditas en blanco. En la ultima hoja, una mancha imperfecta de lo que deduje como sangre comenzo a brotar. Si, de la hoja, sangre...me asuste tanto que tire el DNI al suelo, apague la luz de la habitación y volví a donde estaba...
Pero...¿donde estaba? ¿cómo pude apagar la luz si ni siquiera la prendí? ¿donde desperté? ¿que era ese lugar en blanco? Todo se desintegraba en el lugar sin limites corporales. Quiero estirar el brazo- dije- y dicho; hecho: estire el brazo hasta donde yo quise. Pensé: ¿que brazo? Y el brazo nunca había estado. Creía comprender que se trataba de un sueño, pero me preguntaba: ¿cuando comenzo? No podía recordar nada, ni pasado, ni edad, ni nombre...ni formas, ni figuras...pero tenia conciencia de la existencia de todo: Amor, padres, trabajo, amigos, amantes...
Todo en blanco- dije-. Así lo voy a llamar.
Entonces desperté, puse un pie en el suelo frío y de un impulso ya estaba camino al baño. En el baño, frente al espejo, note que me sangraba la nariz, entonces me toque, pero no tenia sangre, me volví a mirar y no había sangre. Sangre, pensé: ¡como en el DNI! Cerré los ojos y fui a donde quería ir: hacia adentro. Era un lugar completamente oscuro, el campo visual no existía, pero yo avanzaba, por una vez, sin miedo. Estaba dispuesto a caer en el proximo paso, pensé...y caí. Grite muy fuerte ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH! Mientras pensaba en cuanto tiempo pasaría en donde todavía no sabia, caería. Abrí los ojos:
Frente a mí, una maquina de escribir con una hoja en blanco...

Pensé: ¿de que se trata lo que queres contar?