lunes, 30 de abril de 2007

El título será...

Lo que estoy a punto de contar no es cierto. Nunca lo fué. Un claro mensaje se dice siempre antes de comenzar.
Estoy comenzando, constante, cegado. Es mi 890.546.781 comienzo.
Busco lo que creo que falta, pierdo cuando creo poseer.
El amor es como un suicido. Escucho y me estremezco. Veo y anhelo. Pienso y perturbo. Toco y descreo. Huelo y lloro. Siento.

Mientras muchos puberes a mi alrededor descargan su basta energia en actividades como jugar ping pong y jugar futbol en un espacio reducidisimo. Los veo puros, sin demasiada preocupacion manifiesta que impida disfrutar plenamente un cumpleaños ajeno. Mucho ruido de TV, pelotazos contra el ventanal, un primo que balbucea que hará, que hizo con tal cosa...
Apago algunos sentidos y me concentro en esta nueva tarea: Dejar de fruncir el ceño.
Hoy lo frunci tanto que al relajar la frente me dolia un poco la cabeza. No se si sólo las veo yo a mis venas remarcadas y bien grises, como traspasando la piel. Pienso en cuantas cosas se me ocurrio escribir durante el día, y entonces comprendo que esto no es tan espontaneo, no como la primer vez.
Sobre las luchas constantes escucho hablar, y me dejan pensando...
Ah, si! Hoy pensé..."La mujer más linda es la madre de uno"Mujer, linda, Madre. Uno.
Y ya no recuerdo que otra cosa pensé.

Ahí estoy llegando...