lunes, 8 de octubre de 2007

La lógica de los Sueños.


Por Guatemala pasaba el flamante Citroen C4 negro, yo lo reconocí al instante, era él quien lo manejaba.
Francis Ford Coppola.
Con mi amigo Facundo, parados en la esquina, le comento lo que acabo de ver.
OTRO CUADRO:
El auto detenido en la esquina / Eliane Coppola me sonríe / arriba del auto andando, hay otra persona más, pero la desconozco.
Francis me trata mal. No se porqué, ni recuerdo exactamente cómo, pero mi sensación es esta: me está tratando mal. Yo me siento incomodo y su voz es su inconfundible voz.
Es él, lo conocí, finalmente, pero me está tratando mal.
Escucho (o mi mente confusa miente): "My movies" con su tono de voz grave y dulce al mismo tiempo.
Nos bajamos, en una calle tan conocida en mis sueños como desconocida en mi realidad.
Fea sensación. Lo miro, ya a la distancia. Veo como alguien (una mujer, sé que es una mujer) le acerca papel amarillo y lapicera, él firma una linea, con desgano y desinterés y tira la lapicera al piso, la deja caer.
A mi me parece injusto, hasta me enoja.
Se va, se va, sé que se está por ir. Le digo, en voz alta: I wanna work with you!
Pero el balbucea negativas.

Otro día y es de día. En la esquina transformada de enfrente a mi casa, Jorge González y mi padre están juntos.
Les cuento: Acabo de soñar (repito: acabo de soñar) con Francis Coppola y me trataba mal. Jorge ríe, inexplicablemente mi mente sabe que probablemente mi padre desconozca quién es Francis.
Hay que anotarle dos números de teléfono a Jorge, busco papel, busco en un diario, nos fijamos que trozo podríamos romper sin que se pierda nada importante.
Seguimos buscando y yo sé uno de los números de memoria.
Imposible de hilar, veo mi cuaderno. En una carilla en blanco entre dos cosas escritas, mi padre anotó números telefónicos formato agenda: La letra es la A.
Más abajo, otra tipografía, de otra persona, escribe algo parecido a lo que yo escribo, no lo leo, no necesito leerlo, pues sé que así es.
Me enojo, pienso que pudieron haber leído de mi cuaderno.
Me alejo, a la distancia le grito a Jorge uno de los teléfonos que no pudimos anotar.
80tanto...802, 808...recoleta es la Zona, sé que es por ahí.
Mi compañero de grupo, Manuel, vive por ahí, no sé su número de teléfono, pero su celular o el número de donde me llama cuando está en el trabajo empieza con 808. Hace unos días le presté Mulholland Drive. Hilando post sueño, ni siquiera hago el esfuerzo, llegan solas estas cosas. Otra persona se cruza relámpago, es Victoria (802).

Hay más, y lo más absurdo, todo el cuaderno entero dentro de mi boca, lo escupo, lo veo en el suelo, bastante más roto que antes, pero todavía soporta.
Me queda un pedazo dentro de la boca, ¡PUAJ! que feo gusto siento, es terrible, feo gusto. Lo siento en el paladar sobre todo.

El ruido del despertador es bocina, es algo que se introduce en su forma; Sueño.

Rato después despierto, cambio la tele de canal, en Cinecanal, The Godfather part 2 (¿la mejor película jamas realizada?). Llego al video para su mejor momento, toda la hora final.
En Msngr Chelo me comenta que está mirando The Conversation. En el blog del Video me encuentro con esto... pero no debería llamarme la atención, ¿o si?